- El jefe de la Delegación de Diálogos del ELN denuncia fuertes acciones de grupos paramilitares y disidencias coincidiendo con el inicio del cese al fuego y alerta sobre una campaña mediática contra el proceso de paz.
- Beltrán considera que hay un plan de “saboteo” que genera suspicacias y temores al interior de la organización insurgente.
Pablo Beltrán, el jefe de la Delegación de Diálogos de Paz del Ejército de Liberación Nacional – ELN, no cree en las casualidades. “No es coincidencia que haya una ofensiva mediática y una ofensiva en el terreno. Entonces nosotros pensamos que eso no es espontáneo ni que se les ocurrió o algún día amanecieron de mal genio. Eso es un plan. Entonces, claro, hay situaciones graves en los territorios, hay despliegues de fuerzas en los territorios que antes no estaban. Entonces lo que vemos es exactamente una acción de saboteo”.
En entrevista realizada en Caracas el 17 de agosto el comandante Pablo Beltrán alerta de una ofensiva contra la Mesa de Diálogos y sus avances justo en el momento en que ha iniciado el cese al fuego bilateral, nacional y temporal entre el ELN y las fuerzas armadas del Estado y cuando ya está arrancando todo el proceso de participación de la sociedad en el proceso de paz. Esa ofensiva la sitúa en dos planos: el armado —con un fuerte despliegue de grupos armados paramilitares y las denominadas disidencias— y el mediático —con falsas noticias y acusaciones. “¿Qué buscan?: ¿Dañar el cese? ¿Desestabilizar al Gobierno? ¿Presionarlo para hacer exigencias?”, se pregunta Beltrán.
Respecto a las duras confrontaciones que hay en varias zonas del país entre diversos grupos armados y el ELN, el jefe de la Delegación de la organización insurgente no duda en señalar “colusión o connivencia” con las fuerzas armadas y eso ha provocado, como en el caso de Nariño, que el Mecanismo de Monitoreo y Verificación del cese al fuego deba activarse y comprobar en el terreno la realidad.
“Para nosotros hay una trayectoria lamentable y que criticamos de una cierta colusión en zonas entre sectores de las Fuerzas Armadas y sectores mafiosos, como el Clan del Golfo, que se juntan contra nosotros. La prueba más palmaria es que estando todos en el terreno, los dos nos atacan a nosotros, pero nunca chocan entre ellos”, explica el comandante del ELN.
Beltrán insistía en que al interior del ELN hay un compromiso firme con el cese al fuego. “Ninguna de las instrucciones que trae esta Delegación a la mesa es una ocurrencia de uno o dos frentes. Es un consenso de todos los frentes nuestros, si no fuera así, no estuviéramos aquí. Ahora, sí hay dudas y hay temores; por ejemplo, hay regiones donde cuando comenzó el cese arreciaron los ataques de los otros grupos”. Eso, explica Beltrán “genera suspicacias y dudas al interior nuestro. Y por supuesto, provoca que elevemos la guardia, protejamos más a las comunidades y estén a la orden del día las operaciones defensivas”.
Para la Delegación del Diálogos del ELN el problema con las denominadas como disidencias lo debe gestionar el Gobierno y sólo esperan que “esos tratos que están haciendo [entre el Ejecutivo y esos grupos] prosperen y que cese ese ambiente de hostigamiento a dijéramos… al clima de distensión y de bajar la intensidad del conflicto que queremos con el cese bilateral, que lo dejen prosperar”.
A Pablo Beltrán le preocupa también el clima mediático contra la Mesa de Diálogos y contra el ELN con noticias falsas y rumores diseminados con la intención de hacer daño. El jefe negociador del ELN hace una pregunta al país: “¿Los grandes monopolios que controlan los principales medios de comunicación se oponen a que haya cambios democráticos en Colombia, quieren mantener un ambiente de antidemocracia? Eso es lo que debemos preguntarnos”.
La organización político armada ha insistido en que estos Diálogos de Paz deben empujar a Colombia hacia una democratización de la que, explica Beltrán, aún hay una parte de la institucionalidad que está muy lejos. “Ha llegado un gobierno progresista, pero al resto de poderes del Estado como que no le han entrado todavía los vientos de cambio. Hay un choque entre un Estado que tiene unos poderes que están muy ligados con un viejo régimen y un Gobierno que quiere un proceso de democratización. Ese es el choque principal que vive la política colombiana hoy”.
Para que los Diálogos de Paz avancen, el jefe de la Delegación del ELN insiste en que deberá ser una mayoría social la que proteja estos procesos frente a la minoría que se resiste a los cambios. “Siempre, ante los cambios, habrá un pequeño sector que se oponga y la manera de evitar los bloqueos es que la mayoría se organice y movilice y presione para que esa minoría deje de ser obstáculo”.